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viernes, 16 de febrero de 2007

Corazón

Ay corazón, me asomo a tus aristas
y, eco...
cuánta soledad albergas ahí dentro.
Solo un espacio vacio
cubierto de afiladas aristas,
tan finas que casi no las sientes,
pero se te hunden, suave e inexorablemente
en la tibia carne, que oh incauta
dejaste a su alcance.
Ya no busques, ya se terminaron las largas noches
perfumadas de bahía,
ya no busques la caricia de jazmin y dama de noche.
Ahora el jazmín embriaga a otra
y la dama de noche se engalana
para otros ojos, que quizá,
no la sepan apreciar tanto como tu lo has hecho,
pero que nunca serán
comparables a los tuyos.
¿Ves?, ya tus aristas hieren
mi carne, ya mi sangre comienza
suavemente a deslizarse, pero
ahora ya casi no os siento, aristas,
ahora ya no, ya la bahía me mece,
la dama de noche me acoge en su seno,
mientras el jazmín me embriaga
en este dulce sueño que es la ilusión.
Ay corazón
me asomo a tus aristas
y eco...
Se me rompe la ilusióncon tus aristas,
me matas lentamente,
corte a corte, sangrando porlos
hilos que me dejas en la carne...


Escrito de madrugada....
una aclaración en comentarios

2 comentarios:

Sirena Varada dijo...

Soy consciente de que todo tiene un precio y estas ilusiones siempre terminan por resultar caras....

venezia dijo...

QUE BONITO!, PERO AL MISMO TIEMPO QUE PENA!
YA LLEGUE A LA DOLOROSA CONCLUSION DE QUE LAS ILUSIONES RERA VEZ NO RESUTAN CARAS...PERO, NO DESISTAMOS, EN OCASIONES, ESAS MISMAS ILUSIONES SON LAS UNICAS QUE NOS MANTIENEN VIVAS!