Otro día oculto detrás de la barra… Parecía que llevaba allí petrificado desde la eternidad y que todo lo que me aguardaba era la eternidad pegado a esa mugrienta barra de bar. Miro el reloj y aún me falta una interminable hora y media…Unos interminables 90 minutos que intento hacer desaparecer de mi mente para que así pasen mas rápido. Ahora ya son solo 75, en 75 minutos volveré a verla, vendrá como siempre con el grupo de amigas, todas ellas dependientas en el centro comercial, me desespero por momentos, sirvo un café cortado con leche fría, sin azúcar, igual que a ella le gusta, pero este es para un cliente que espera con cara de impaciencia tras la barra, amplio en el mas amplio sentido de la palabra, pelo grasiento y por la frente cayéndole repugnantes gotas de sudor que le empapan el cuello de una camisa que rebosante de carne, pide a gritos una tregua.70 minutos y podré volver a ver esa seductora sonrisa, sentir el diáfano sonido de su risa entre los sonidos cotidianos del bar.
Comienza el telediario, eso significa que estoy a tan solo 45 minutos de ver el gracioso baile de su falda por entre las sillas al ir hacia la mesa de siempre, junto a la ventana, al fondo del bar. Las noticias son una tregua en la espera, hacen que los clientes comenten los incidentes cotidianos y me mantienen entretenido, divagando entre hipótesis de filosofía barata, que serán olvidadas en cuanto el cliente abandone el local.
Por fin 10 minutos para su hora del descanso, voy haciendo de cabeza el pedido de todos los días… 2 cafés con leche largos de café, 1 cocacola Light y su cortado con leche fría. Preparo meticulosamente los servicios cerca de la cafetera y espero ansioso mirando hacia la puerta a verlas llegar con sus risitas y alegres exclamaciones de siempre: -Buenos días Roberto, pon nos lo de siempre, muchas gracias. -Las que vosotras tenéis bonitas, mas que preciosas! –Eres de los pocos hombres que quedan que aún piropea a las chicas… -Es que con tanta belleza junta se atonta la boca y solo se deciros piropos, que sois lo mas bonito que me hecho a la vista en todo el día.
Frases manidas y con sabor a rancio que se siguen diciendo, por costumbre un poco y por verdad otro tanto, pero sobre todo para calmar mis ganas locas de decirle que la amo desde el primer cortado que le serví hace ya dos años.
La siguiente media hora se me pasa como en otro mundo, disfrutando ávidamente cada retazo de la conversación que me llega flotando por entre las mesas, el sonido de su risa, no recuerdo haber escuchado nunca canto de sirena semejante, me embruja su mirada que a veces posa sobre mi para sonreírme con una gracia solo digna de las diosas. Me sonrojo, noto como todo mi cuerpo se sonroja conmigo, con un calor que me sale desde el ombligo y va colonizando hasta que noto como invade mis mejillas. Me doy la vuelta y hago como que limpio la estantería de las botellas que está justo tras de mi para impedir que ella se de cuenta. Y es entonces cuando algo se escapa de la rutina, para mi sorpresa, algo a lo que ya estaba tan acostumbrado, por los trocitos de espejo que las botellas dejan libres, logro verla, se está acercando a sus compañeras y cuchichea algo a sus oídos, que resulta imperceptible para los míos, ella no se da cuenta de que la observo por el rabillo del ojo. Me avergüenzo de la impunidad con que vulnero su intimidad, o lo que ella cree que es intimidad, con sus compañeras y bajo la mirada centrándome en lo que se supone que estoy haciendo. Vuelvo a escuchar flotando en el ambiente sus risas según se levantan de las sillas como de costumbre…
-Bueno Rober, nosotras te abandonamos, hay mucho trabajo que nos está esperando, seguro que en este rato nos han dejado toda la ropa patas arriba.- Me giro para despedirme- El lunes te vemos, chao majo…- Las veo pasar cerca de la barra dirección a la puerta, entonces deseo con toda mi alma que ella no se vaya que se quede en el bar aunque sea solo un rato mas.-Luego os veo chicas-suena una voz hechizante cerca de mi oído- tengo que ir al baño, enseguida nos vemos.
Me quedo casi petrificado, mi deseo se cumplía no se muy bien el cómo ni el porqué, pero se quedaba un rato mas, y lo mas importante se quedaba ella sola…
viernes, 4 de mayo de 2007
Quiero ser un dia de tu vida
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6 comentarios:
Esto es una primera parte de lo prometido, en proximas entregas mas...
ole, ole. Me ha gustado, te pones en el lugar del camarero. Espero la continuanción.
Al ataqueeeeeeeeeee, que no escape.
Si no resulta, puedes mandarle un mensaje en el sobrecito de la azúcar, es muy recomendable y suele dar buenos resultados.
Un abrazo.
NECESITO URGENTEMENTE QUE SIGAS ESCRIBIENDO!
ME RECUERDA A MIS AÑOS DE CAFETERIA. ME ENCANTA!
Un saludo desde argentina.
Te encontré en lo de Ninoschka.
Voy a regresar, esto de las historias truncas es como que me ponen nervioso. A esta sirenita linda le mando mis buenas ondas para que sea libre en su ambiente natural.
Andrés
ESPERARE LO KE SIGUE...
UN BESO SIRENA
HE REGRESADO
CIAO
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