La vaca pasa de Kioto

Las flatulencias de la cabaña de Asturias, con 405.000 reses, contaminan tanto como el movimiento diario de coches por el área central
En Asturias las vacas resultan casi tan dañinas para el calentamiento del planeta como los desplazamientos diarios en coche por el área central. La región cuenta en la actualidad con una cabaña de vacuno de 405.000 reses. Según los expertos, cada vaca contamina (a través del estiércol y sus flatulencias) como un coche en un viaje de 50 a 60 kilómetros. En el área central se mueven a diario, en un radio de 30 kilómetros, 400.000 asturianos, la mayoría en coche.


Oviedo.

Las 405.000 vacas que hay en Asturias están contribuyendo al calentamiento del planeta de parecida manera a los 400.000 asturianos que diariamente se desplazan por el área central de la región, mayoritariamente en sus automóviles particulares. La composición de las emisiones a la atmósfera del ganado -metano y óxido nitroso- resulta más dañina que el dióxido de carbono que emiten los vehículos a motor, hasta el punto de que cada gramo de óxido nitroso es tan perjudicial para la atmósfera como 296 gramos de dióxido de carbono. Pero vacas y coches, al hacer la cuenta medioambiental, resultan bastante equiparables. Al menos en Asturias. Los expertos calculan que cada vaca emite diariamente a la atmósfera lo mismo que un coche durante un viaje de 50 a 60 kilómetros, así que cada uno de esos asturianos que conducen a diario, ida y vuelta, por la llamada «ciudad astur» contaminan igual que una vaca. O viceversa. La apacible especie rumiante que puebla los praos astures contamina tanto como el trasiego diario por el área central. Visto exclusivamente desde este punto de vista, la reconversión ganadera que ha provocado en Asturias el cierre de 9.300 explotaciones en los últimos nueve años también ha supuesto la aplicación de un Protocolo de Kioto en el campo astur, pues en ese mismo período la cabaña ganadera asturiana también se redujo en unas 60.000 cabezas. Claro que al tiempo que contribuimos a esa pequeña mejoría de la capa de ozono el medio rural asturiano se fue despoblando. La aportación de la ganadería en el calentamiento global queda reflejada en el inventario de gases de efecto invernadero del Ministerio del Medio Ambiente. En el informe ministerial se indica que la agricultura genera el 10,16 por ciento de las emisiones contaminantes anuales en España y la ganadería -a través del proceso de fermentación entérica y la gestión del estiércol- produce el 5,75 por ciento de esa cantidad. Traducido en kilotoneladas (unidad de masa equivalente a mil toneladas), la actividad ganadera española emite anualmente a la atmósfera casi 25.300 kilotoneladas. De todas maneras, aunque el volumen de emisiones de la ganadería española -donde hay 6,6 millones de vacas- parece monumental a primera vista, nada comparado con las emisiones de otros sectores. El procesado de energía es la actividad económica más contaminante, que genera el 78,87 por ciento de las emisiones anuales o, lo que es lo mismo, 347.525 kilotoneladas anuales de dióxido de carbono. En particular son las industrias del sector energético las que más contaminan (28,59 por ciento de las emisiones), seguidas del transporte (23,9 por ciento) y de las industrias manufactureras y la construcción (16,33 por ciento). Las vacas contribuyen al calentamiento global con sus flatulencias y estiércol, pero por el momento nadie en sus cabales se plantea aplicarles las condiciones del Protocolo de Kioto. En el planeta se estima que 1.300 millones de personas viven de la ganadería. El resto se alimenta de ella. Y el hambre, de momento, mata más que el cambio climático.

Las fotos son encontradas en internet, cad uno que se decante por la que mas le guste...

Última página de www.lne.es , lunes 2 de Abril de 2007