Después de esto, un cambio de escenario, un cambio de ritmo y ya más relajada volvieron mis devaneos por otra pista de baile, risas con sus amigos, dos manos prendidas a mi cintura desde atrás y sonando “You take my selfcontrol”; fue eso exactamente lo que pasó, comenzamos otra vez a bailar sin soltar mi cintura, moviéndonos al ritmo de la música, su sonrisa cada vez que giraba la cabeza y su cuerpo pegado a mi espalda, así que por unos instantes él fue quien cogió el control; me dejé llevar por unos momentos y no digo que fueran malos, pero la mala costumbre de llevar siempre el control de mi vida fue mas fuerte…
-Jaja que te pasa? Te has perdido? Venga que empezamos otra vez…
-No, pero ponte delante, déjame verte, me pones nerviosa.
- Valla, así que te pongo nerviosa, si?
-Jaja, si, pero no como tu piensas-(o ¿si? Pero eso no me atreví a decírselo).
El tiempo se nos fue escurriendo entre los dedos, suavemente, flotando entre sus dedos y mi pantalón, entre mis dedos y su camiseta…Tocó la hora de las despedidas, todos se iban a casa que al día siguiente había que levantarse temprano. De nuevo solos, de nuevo el y yo,
_Vamos que te llevo a casa
_No, no hace falta, me puedo quedar a dormir en casa de un amigo, ya le he avisado, con que me acerques me vale.
-Si? Mejor yo contaba que iba a tardar mas por el trayecto, por eso lo de retirarnos temprano…
-Bueno así nos ahorramos tiempo.
-Mmmm que pena que esté tan cansado, que si no tu no salías hoy viva de aquí…
Una chispa de picardía en su sonrisa, le llegaba hasta el brillo de los ojos por la luz de una farola.
-Ah, si? Pues eso me suena a excusa…al final sois todos igual.
-¿Cómo?
-Pues eso q…Ya no pude decir más, una mano me cogió el brazo y me hizo girar, me topé de bruces con su cara de pícaro herido en el orgullo, solo tuve tiempo para coger aire y antes de poder seguir con mi respuesta su sonrisa y la mía se habían hecho una, sonriendo al mismo tiempo, fundidas en el húmedo abrazo de un beso que dijo todo lo que faltaba por decir, y del que no hizo falta aclarar nada mas.
Nos fuimos en el coche camino de casa de mi amigo, casi sin hacer ningún comentario, la despedida, una caricia, un beso cálido que se derramó por nuestros labios, en ese preciso momento nos entró sed, sed de bebernos mutuamente, de derramarnos el uno en el otro, sed de que esa noche no terminase en ese instante.
-Vámonos a tu casa, yo te llevo, pero quiero quedarme un rato más a solas contigo.
-No puedo, yo no contaba con esto, tengo la casa patas arriba, no me gusta que la veas así y te pienses que siempre está así… (¿Cómo iba yo a explicarle yo aquel archipiélago de bragas y calcetines, toallas húmedas después de la ducha, maquillaje esparcido por el baño y ropa desechada después de probarme para esa noche, tendida encima de la cama?)
-Entonces deja que te lleve a un sitio mas apartado…
-Está bien pero la próxima vez te prometo que te dejo entrar en casa.
En un momento que se me antojó eterno llegamos a un aparcamiento vacío, solo estábamos nosotros y un par de coches mas que a juzgar por la apariencia, habían pecado de la misma falta de previsión que nosotros.
De esta parte recuerdo más cosas de las que estoy dispuesta a contar, recuerdo sentir sus latidos enredados en mis respiraciones entrecortadas, solapándose los ritmos, aumentando a cada gemido a cada mínima palabra que salía de nuestros labios para abrasar al contrario.
Justo en medio de nuestro ir y venir él se para, se queda rígido y noto como su interés disminuye..
-Oye ahí hay un tío
-¿Cómo?
-Que si que hay un tío mirándonos…
Levanto mi cabeza para lograr a duras penas, atisbar algo por la empañada ventanilla…y cual no sería mi sorpresa al distinguir la silueta de un hombre, encarando de frente al coche, sin moverse nada más que su brazo derecho, que tenía un rítmico y acompasado movimiento de atrás adelante.
-Jaja que te pasa? Te has perdido? Venga que empezamos otra vez…
-No, pero ponte delante, déjame verte, me pones nerviosa.
- Valla, así que te pongo nerviosa, si?
-Jaja, si, pero no como tu piensas-(o ¿si? Pero eso no me atreví a decírselo).
El tiempo se nos fue escurriendo entre los dedos, suavemente, flotando entre sus dedos y mi pantalón, entre mis dedos y su camiseta…Tocó la hora de las despedidas, todos se iban a casa que al día siguiente había que levantarse temprano. De nuevo solos, de nuevo el y yo,
_Vamos que te llevo a casa
_No, no hace falta, me puedo quedar a dormir en casa de un amigo, ya le he avisado, con que me acerques me vale.
-Si? Mejor yo contaba que iba a tardar mas por el trayecto, por eso lo de retirarnos temprano…
-Bueno así nos ahorramos tiempo.
-Mmmm que pena que esté tan cansado, que si no tu no salías hoy viva de aquí…
Una chispa de picardía en su sonrisa, le llegaba hasta el brillo de los ojos por la luz de una farola.
-Ah, si? Pues eso me suena a excusa…al final sois todos igual.
-¿Cómo?
-Pues eso q…Ya no pude decir más, una mano me cogió el brazo y me hizo girar, me topé de bruces con su cara de pícaro herido en el orgullo, solo tuve tiempo para coger aire y antes de poder seguir con mi respuesta su sonrisa y la mía se habían hecho una, sonriendo al mismo tiempo, fundidas en el húmedo abrazo de un beso que dijo todo lo que faltaba por decir, y del que no hizo falta aclarar nada mas.
Nos fuimos en el coche camino de casa de mi amigo, casi sin hacer ningún comentario, la despedida, una caricia, un beso cálido que se derramó por nuestros labios, en ese preciso momento nos entró sed, sed de bebernos mutuamente, de derramarnos el uno en el otro, sed de que esa noche no terminase en ese instante.
-Vámonos a tu casa, yo te llevo, pero quiero quedarme un rato más a solas contigo.
-No puedo, yo no contaba con esto, tengo la casa patas arriba, no me gusta que la veas así y te pienses que siempre está así… (¿Cómo iba yo a explicarle yo aquel archipiélago de bragas y calcetines, toallas húmedas después de la ducha, maquillaje esparcido por el baño y ropa desechada después de probarme para esa noche, tendida encima de la cama?)
-Entonces deja que te lleve a un sitio mas apartado…
-Está bien pero la próxima vez te prometo que te dejo entrar en casa.
En un momento que se me antojó eterno llegamos a un aparcamiento vacío, solo estábamos nosotros y un par de coches mas que a juzgar por la apariencia, habían pecado de la misma falta de previsión que nosotros.
De esta parte recuerdo más cosas de las que estoy dispuesta a contar, recuerdo sentir sus latidos enredados en mis respiraciones entrecortadas, solapándose los ritmos, aumentando a cada gemido a cada mínima palabra que salía de nuestros labios para abrasar al contrario.
Justo en medio de nuestro ir y venir él se para, se queda rígido y noto como su interés disminuye..
-Oye ahí hay un tío
-¿Cómo?
-Que si que hay un tío mirándonos…
Levanto mi cabeza para lograr a duras penas, atisbar algo por la empañada ventanilla…y cual no sería mi sorpresa al distinguir la silueta de un hombre, encarando de frente al coche, sin moverse nada más que su brazo derecho, que tenía un rítmico y acompasado movimiento de atrás adelante.
3 comentarios:
Aún pareciendo repetitivo, que sensual... Y ¡que envidia! Y... XD.
Jeeje gracias, la mejor parte para el final...
Ahhhhh.........(suspiro). Sin comentarios...cof cof.. déjame respirar.........Me encantó... Y te atreves a decir que no sabes si escribes bien??
A mi me parece que lo haces increíble, sobre todo que es muy sincero y dinámica la narración.
Me imaginé todas las imágenes, pero curiosamente no en los escenarios españoles sino en los mexicanos,ja (no sé porque), en fin... bien, estoy ansioso por la tercera parte!!!
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