Google
 

martes, 29 de mayo de 2007

Hoy se me derrumba el mundo


Hoy me doy cuenta de que se me derrumba el mundo, se desbarata por todo aquello que tanto he luchado y solo yo estoy aqui para sujetar lo que no puedo abarcar, lo que cae irremisiblemente por la falta de algo que no se exactamente lo que fué, pero que fué sin embargo algo que se encuentra al alcance de otros que no son yo.

viernes, 25 de mayo de 2007

Preparando mi viaje


Estoy preparando mi viaje hacia el sur, dejo mi amado norte por un trabajo mejor, y mejor remunerado, que eso es lo dificil en estos días, asi que espero que comprendais mi falta de posts estos dias, y en lo sucesivo no se si podre ser muy prolífica ya que no se si me mudare a un sitio con conexión a internet, pero aunque no sea el caso, encontrare un ciber para poder seguir derramando mis burbujas...
Un beso enorme a todos, y aunque no veais entradas tan a menudo, recordad que siempre pienso en vosotros.

Unas cuantas citas interesantes...



"Tolerancia es esa sensación molesta de que al final el otro pudiera tener razón."
Anónimo



"El más difícil no es el primer beso, sino el último."
GERALDY, Paul



"La felicidad es el privilegio de ser bien engañado."
SWIFT, Jonathan Escritor político y satírico anglo-irlandés.



"Es totalmente cierto que el vino gana con la edad, cuanto más viejo me voy haciendo, más me gusta."
Anónimo



"La inteligencia busca, pero quien encuentra es el corazón."
SAND, George Escritora francesa.



"Apresúrate; no te fíes de las horas venideras. El que hoy no está dispuesto, menos lo estará mañana."
OVIDIO NASÓN, Publio Poeta romano.



"Es para mí una cosa inexplicable el porqué se siente uno capaz de ser bueno al sentirse amado."
NERVO, Amado Poeta y escritor mexicano.


jueves, 17 de mayo de 2007

Las mujeres peces de Salman Rushdie


Cuando los jóvenes soldados pakistaníes penetraron en el pantanoso terreno del Rann, un sudor frío y pegajoso cubrió sus frentes, y se sintieron desconcertados por la verdosa calidad de fondo marino de la luz; se contaron historias que los asustaron más todavía, leyendas de cosas horribles que ocurrían en esa zona anfibia, de bestias marinas demoníacas de ojos encendidos, de mujeres-peces que permanecían echadas con sus cabezas de pez bajo el agua, respirando, mientras sus mitades inferiores humanas, perfectamente formadas y desnudas, reposaban en la playa, tentando a los incautos a realizar fatales actos sexuales, porque sabido es que nadie puede amar a una mujer-pez y vivir…de forma que, para cuando llegaron a los puestos fronterizos y fueron a la guerra, eran una chusma asustada de chicos de diecisiete años, y sin duda hubieran sido aniquilados, a no ser porque los indios de enfrente habían estado expuestos al aire verde del Rann por mas tiempo aún que ellos; de forma que, en aquel mundo de hechiceros, se libró una guerra demencial en la que cada bando creía ver apariciones de diablos que luchaban junto a sus enemigos; pero al final las tropas indias cedieron; muchos de los soldados se derrumbaron hechos un mar de lágrimas y sollozaron, Gracias a Dios que ha terminado; hablaron de grandes cosas gelatinosas que se deslizaban en torno a los puestos fronterizos de noche, y de los espíritus que-flotaban-en-el-aire de ahogados con guirnaldas de algas y conchas en el ombligo.

miércoles, 16 de mayo de 2007

1 dia de tu vida


Conté los segundos que tardaba en salir del baño con los latidos de mi corazón, esta era mi oportunidad, ahora tenía la ocasión de hablar con ella sin que interfirieran sus compañeras. Apenas había pensado que decirle, ella ya salía del baño, se acercaba con su espléndida sonrisa a la barra,: -Oye Rober, en el servicio de señoras se está terminando el papel, mejor lo repones. – Sus deseos son ordenes para mí, no desea ninguna otra cosa? – Jejejeje, no se que mas puedo desear? No tener que irme a trabajar, y poder quedarme aquí contigo un ratito mas? (De verdad había dicho esas palabras? No eran alucinaciones de mi excitada imaginación? Casi no podía creerlo, esto ya terminó por darme alas). – Bueno ahora mismo no puedo prometerte nada pero si quieres al cerrar a las 10 sí que puedo recogerte y llevarte a cenar fuera, lejos de la tienda y del bar. Solo dí que lo deseas y tu deseo se cumplirá…- Mmmm bueno si solo es desearlo, entonces creo que si, que lo deseo. – Perfecto, su carruaje estará preparado para las 10:15 en punto, tendrá tiempo suficiente para arreglarse mi damisela? –Si creo que si un cuarto de hora es suficiente, jejeje nos vemos luego Rober.- No te me desgastes mucho trabajando damisela que luego es malo para tu salud…-Si, y como llegue aún mas tarde de lo que ya estoy llegando terminarán por despedirme… - Venga hermosa, te espero en el aparcamiento junto a mi coche. – Vale ya aviso a Marisa que no me espere para volver, chao!
Me quedé por un instante mirando la escena sin poder dar crédito a la función que se había representado ante mis narices, y sin terminar de creer que uno de los actores era yo mismo. Tanto tiempo esperando que ella se dignara si quiera hablar unas palabras conmigo y hoy por fin podría tenerla para mi solo toda una noche, o al menos toda una cena…Tenia que pensar en algo que la impresionara…Pero el presupuse no ayudaba, no ayudaba nada…
Clara se presenta puntualmente, disculpándose por que su atuendo no es el ideal para una cena fuera en un fin de semana, yo solo veo el fulgor de esos ojos centelleantes que no hacen mas que sonreírme, a mí, casi no puedo creerlo. Nos montamos en el coche mientras que me voy maldiciendo, por no haberlo llevado, como aquel cliente me había sugerido, al garaje de la calle de Pablo Iglesias, donde por unos euros te lo dejaban impecable, por dentro y por fuera. Ahora eso ya no lo podía cambiar, a disculparse tocan,: - Siento el desorden, suelo dedicarme a limpiar el coche el fin de semana, así que le tocaba mañana, en fin no mires mucho, no te vallas a asustar.
_Tranquilo, si ves como lo tenia yo antes que lo usaba casi todos los días, ahora como comparto con Marisa está un poco mas decente.
_Bueno y ¿qué te apetece hacer? (dije más por el compromiso de preguntar, que por hacer planes que ya había tenido tiempo en toda la tarde para realizar minuciosamente).
_Realmente no he tenido tiempo ni de pensar en que me apetecía, sino en terminar todo el trabajo... no sé vamos a algún sitio tranquilo después de aguantar a tanta gente me apetece un respiro...
Justo lo que yo había planeado, un restaurante italiano tranquilo con buen servicio y no era excesivamente caro, que quedaba un poco retirado de la zona habitual de los fines de semana y no solía llenarse, de todas formas ya me había ocupado de la reserva.
_Me encanta este restaurante, nunca he tenido la oportunidad de venir pero me han hablado maravillas, además tiene una terraza con jardín en la parte trasera no?
_Si bueno yo he venido alguna vez, y las mejores mesas son las de la terraza sobretodo ahora que empieza el buen tiempo y está lo suficientemente caliente, he llamado para que nos reservasen una mesa en la terraza.
Entramos y pedimos la mesa reservada a mi nombre, no era la mesa que yo hubiera escogido, pero mirando a mi alrededor y veo que la que me gusta tiene un cartelito encima que pone “reservado”. Nos sentamos a la mesa y para mi agrado noto una brisa cálida en la cara que trae los aromas de las plantas de la terraza, aromas de los naranjos y limoneros en flor, olor a menta fresca y otras hiervas que soy incapaz de distinguir, pero que en conjunto forman una fragancia exquisita, solo superada por la presencia que tengo ante mi. En este preciso instante pienso que esto debe ser la felicidad absoluta, que nadie puede pedir nada más: La certidumbre de una cena exquisita, unas vistas preciosas al jardín, una bella mujer compartiendo conmigo una buena botella de Lambrusco y una brisa tibia acariciándonos con los frescos olores de las plantas. Pedí el vino y que nos trajeran la carta, aunque ya me sentía embriagado por el mero hecho de compartir mesa con una belleza como la de Clara. Esta sensación me acompañó durante toda la velada, pese a que ella hizo un par de comentarios, que distaba mucho de compartir, sobre el excelente vino. La elección de una simple ensalada la achaqué a esa estúpida manía de las mujeres de no querer coger unos gramos de más, pero con lo que ya no pude disimular mi sorpresa fue cuando salimos del restaurante y ella deja caer como de pasada:
-Uf menos mal, aire puro, en esa terraza casi no se podía ni respirar.
-Valla, no sabia que te molestase el olor de las plantas, ¿eres alérgica al polen o algo así?
-No, es sólo que me resultaba demasiado fuerte, desagradable. No se como cuando una mujer lleva demasiado perfume, termina por resultar desagradable.
No pude estar mas en desacuerdo, pero respeté su opinión y no dije nada mas al respecto, había sido una velada de lo mas agradable y prefería recordarla así.
-Conozco un bar no muy lejos que suelen tener música en directo, bastante tranquilo, donde podemos tomarnos unas copas, si te apetece.
-Bueno, ¿que tipo de música ponen?
_Suelen tener grupos de música jazz, o pop lenta de chavales de aquí que están empezando y se quieren dar un poco a conocer.
-Entonces mejor te llevo yo a mi terreno, jeje, si no te importa prefiero moverme sobre seguro, vamos a un bar que está por esta zona que se llama “El desván”, ¿lo conoces?
_Si, creo que he estado alguna vez, ¿en la calle Alarcón como a mitad, cerca de la tienda de electrodomésticos?
_Ese mismo.
En mi memoria se agolpaban los recuerdos de ese antro con las paredes sucias, que hacia años que no recorría una brocha con pintura, las risotadas indecentes de los clientes, que se agolpaban intentando ver, sin decencia ninguna, por entre la abertura del escote, más que generoso, de la chica que servia copas tras la barra, con una sonrisa forzada de si-pudiera-te-partiría-los-dientes-por-baboso. Distaba mucho de mi propuesta inicial, pero si era sugerencia de ella, no podía negarme.
El sitio no había cambiado un ápice desde mi última visita, incluso la camarera era la misma y con la misma expresión forzada en la cara, pero de repente se hizo la transformación, la cara de Clara denotaba familiaridad, casi imperceptiblemente, antes no tenia más que una expresión seria y sonreía de vez en cuando al hacer yo algún comentario ingenioso. Ahora estaba en su salsa, se le notaba en la cara, saludó efusivamente a la camarera, dándole dos besos, mientras que, para deleite de los babosos de la barra, esta se estiraba desde detrás y le susurraba algo al oído con unos labios encendidos de rojo pasión, vulgares de tan rojos. Vi a Clara asentir con la cabeza mientras se apartaba de la barra y la camarera le guiñaba un ojo cómplice.
La música que sonaba en el local provenía de una destartalada tele que dejaba escapar los quejidos de cantantes de moda, que sonaban sin parar en la cadena 40 latinos. Casi podía notar como me perforaban el tímpano con sus quejidos frente al micrófono y todo lo que podían desagradarme a mi, ella disfrutaba con pasión ciega, cantando y bailando entre risitas que me mandaba desde el otro lado de la mesa, era como una enciclopedia de música barata, cantando palabra por palabra, cada estrofa de cada canción.
Cada vez que me daba la vuelta para observar el entorno aparecía como por arte de magia una copa nueva que suplantaba a la que tenía a medio terminar, así que a la tercera opté por no despegar los ojos de la que era mi compañera de juerga, o eso parecía, si no fuera por que nunca me han gustado el tipo de música que sonaba y menos escucharlo de los desvencijados altavoces que distorsionaban la voz. Así que me vi arrastrado a una juerga a la que yo no estaba acostumbrado y de la que apenas pude disfrutar salvo por unos momentos en que ella se empeñó en bailar conmigo un reggaetón (la música mas desagradable que se ha podido inventar nunca), que según ella le encantaba y tenia que bailar conmigo a toda costa, asi que me vi arrancado de la silla y sujetando su cintura en precario equilibrio sobre unos tacones que agradecí a Dios no fueran de aguja cuando me propinó un pisotón del que todavía se me resienten los dedos. Como era de esperar después de una cena bastante liviana por su parte, una botella de vino a medias y las copas que se iban a cumulando en la mesa del bar, su estado etílico iba aumentando por momentos, y mi fascinación por esa chica fresca y brillante que siempre se tomaba un cortado con leche fría en mi cafetería, iba en un vertiginoso descenso cuesta abajo.

viernes, 11 de mayo de 2007

Poema que Negro me dedicó hace ya siglos

Tus ojos, tus labios,
tu espalda, tu cama,
mis dedos son sabios,
tu fuego, tu llama.

viernes, 4 de mayo de 2007

Quiero ser un dia de tu vida




Otro día oculto detrás de la barra… Parecía que llevaba allí petrificado desde la eternidad y que todo lo que me aguardaba era la eternidad pegado a esa mugrienta barra de bar. Miro el reloj y aún me falta una interminable hora y media…Unos interminables 90 minutos que intento hacer desaparecer de mi mente para que así pasen mas rápido. Ahora ya son solo 75, en 75 minutos volveré a verla, vendrá como siempre con el grupo de amigas, todas ellas dependientas en el centro comercial, me desespero por momentos, sirvo un café cortado con leche fría, sin azúcar, igual que a ella le gusta, pero este es para un cliente que espera con cara de impaciencia tras la barra, amplio en el mas amplio sentido de la palabra, pelo grasiento y por la frente cayéndole repugnantes gotas de sudor que le empapan el cuello de una camisa que rebosante de carne, pide a gritos una tregua.70 minutos y podré volver a ver esa seductora sonrisa, sentir el diáfano sonido de su risa entre los sonidos cotidianos del bar.
Comienza el telediario, eso significa que estoy a tan solo 45 minutos de ver el gracioso baile de su falda por entre las sillas al ir hacia la mesa de siempre, junto a la ventana, al fondo del bar. Las noticias son una tregua en la espera, hacen que los clientes comenten los incidentes cotidianos y me mantienen entretenido, divagando entre hipótesis de filosofía barata, que serán olvidadas en cuanto el cliente abandone el local.
Por fin 10 minutos para su hora del descanso, voy haciendo de cabeza el pedido de todos los días… 2 cafés con leche largos de café, 1 cocacola Light y su cortado con leche fría. Preparo meticulosamente los servicios cerca de la cafetera y espero ansioso mirando hacia la puerta a verlas llegar con sus risitas y alegres exclamaciones de siempre: -Buenos días Roberto, pon nos lo de siempre, muchas gracias. -Las que vosotras tenéis bonitas, mas que preciosas! –Eres de los pocos hombres que quedan que aún piropea a las chicas… -Es que con tanta belleza junta se atonta la boca y solo se deciros piropos, que sois lo mas bonito que me hecho a la vista en todo el día.
Frases manidas y con sabor a rancio que se siguen diciendo, por costumbre un poco y por verdad otro tanto, pero sobre todo para calmar mis ganas locas de decirle que la amo desde el primer cortado que le serví hace ya dos años.
La siguiente media hora se me pasa como en otro mundo, disfrutando ávidamente cada retazo de la conversación que me llega flotando por entre las mesas, el sonido de su risa, no recuerdo haber escuchado nunca canto de sirena semejante, me embruja su mirada que a veces posa sobre mi para sonreírme con una gracia solo digna de las diosas. Me sonrojo, noto como todo mi cuerpo se sonroja conmigo, con un calor que me sale desde el ombligo y va colonizando hasta que noto como invade mis mejillas. Me doy la vuelta y hago como que limpio la estantería de las botellas que está justo tras de mi para impedir que ella se de cuenta. Y es entonces cuando algo se escapa de la rutina, para mi sorpresa, algo a lo que ya estaba tan acostumbrado, por los trocitos de espejo que las botellas dejan libres, logro verla, se está acercando a sus compañeras y cuchichea algo a sus oídos, que resulta imperceptible para los míos, ella no se da cuenta de que la observo por el rabillo del ojo. Me avergüenzo de la impunidad con que vulnero su intimidad, o lo que ella cree que es intimidad, con sus compañeras y bajo la mirada centrándome en lo que se supone que estoy haciendo. Vuelvo a escuchar flotando en el ambiente sus risas según se levantan de las sillas como de costumbre…
-Bueno Rober, nosotras te abandonamos, hay mucho trabajo que nos está esperando, seguro que en este rato nos han dejado toda la ropa patas arriba.- Me giro para despedirme- El lunes te vemos, chao majo…- Las veo pasar cerca de la barra dirección a la puerta, entonces deseo con toda mi alma que ella no se vaya que se quede en el bar aunque sea solo un rato mas.-Luego os veo chicas-suena una voz hechizante cerca de mi oído- tengo que ir al baño, enseguida nos vemos.
Me quedo casi petrificado, mi deseo se cumplía no se muy bien el cómo ni el porqué, pero se quedaba un rato mas, y lo mas importante se quedaba ella sola…

Hoy, la esencia de lo que seremos mañana







Quizás me he emocionado un poco pero que le puedo hacer...la tierra, o el mar, tiran.

Ayer, la esencia de lo que somos hoy

jueves, 3 de mayo de 2007

Siento el retraso...

De veras que lo siento pero esta temporada no tengo el tiempo que necesito para concentrarme en el relato... No desesperen que lo prometido es deuda, y yo siempre pago las mias, tarde, pero las pago. Jejejeje Besines a todos.

¿Quién dice que lo nuestro sea amor...?



Especialmente dedicado para el sabe quién es...