Creo que tod@s le recordaremos así... alguien que ha tenido el mismo espíritu toda su vida y que lo ha transmitido en sus películas... Te hecharemos de menos...
I think that we all will remember him like this... someone that had the same spirit all his life and managed to transmit it trough his films... We will miss you...
domingo, 28 de septiembre de 2008
sábado, 27 de septiembre de 2008
De pajas mentales y demás...
Ayer tuve una llamada inesperada de una amiga, estaba asustada por que se enteró por un amigo común de que no me iban bien las cosas. No pude por mas de reirme, no se por que estos hombres son así... cuando quieres que se intersen por ti, pasan completamente y cuando tu no muestras interés, es cuando ellos bucean en cada detalle que pueden arañar de tu vida por otros, y por diferentes cauces, hacen un batiburrillo con todo eso y luego sacan sus propias conclusiones. Y que es lo que pasa al final que se hacen pajas mentales sobre tu estado y van diciendo que tengo probleamas económicos... Bueno he estado en situaciones mejores debo admitirlo, pero no estoy como para llorar por las esquinas. De todas formas creo que voy a abrir una cuenta corriente y publicarla en el blog... así los de las pajas mentales me pueden ingresar una limosnita, para los malos momentos... o quien sea vamos que eso nunca viene mal :))))))))))))
viernes, 26 de septiembre de 2008
Sueños
jueves, 18 de septiembre de 2008
DE HIGADOS Y ENTRAÑAS
(Prometeo, condenado por traer la sabiduria a los humanos, entre otras cosas, a que su higado fuera devorado cada noche por un ágila y el cual, al ser este inmortal volvía a crecerle cada día.)
(Prometeo, condemned for taking wisdom to humans, among other things, to have his liver devoured each night by an eagle and which being this immortal grew back every day)
(Prometeo, condemned for taking wisdom to humans, among other things, to have his liver devoured each night by an eagle and which being this immortal grew back every day)
Recientemente he experimentado uno de esos dolores de los que todos hablan pero pocos saben de lo que hablan. No es que me regocije en ello pero hay veces en las que compartiendo un dolor se hace mas llevadero, esto es como el que reparte una tarta, o, al menos yo, quiero verlo así. Así por favor, tomen cada uno su pedacito de dolor, ya se que no tiene un aspecto muy apetecible, pero les prometo que en nuestro próximo encuentro si en vez de una tarta de manzana me ofrecen una ración de sus dolores, tomaré un pedacito sin rechistar.
Eso se me da mejor, tomar pedacitos de dolor de otras personas, no es necesario comérselos, es como las tartas incomibles de tu tía, no tienes q comértela, solo haz la desaparecer disimuladamente. Con este dolor mio es lo mismo, no se lo coman, no es necesario, solo escondanlo bajo la alfombra o dénselo de comer al gato, cualquier cosa que lo haga desaparecer de la fuente en que está servido.
Pues como quería decir hace rato, es duro experimentar uno de esos dolores que te atraviesa el cuerpo, que te paraliza, que incluso te deja sin aliento, un dolor físico es duro y lloras y harías cualquier cosa por que cesase, pero al fin y al cabo sabes que no puede durar para siempre. Seamos realistas, cualquiera que sepa un poco de fisiología se lo puede decir, el dolor físico no es, al fin y al cabo, más que una sucesión de impulsos nerviosos, que a la larga terminan por saturar sus receptores. Así pues, con el dolor físico solo te queda esperar a que se saturen tus receptores y sabes que te encontraras mejor, incluso mejor que antes de empezar el dolor, gracias a esas sustancias llamadas hormonas que Dios nos ha dado ( y luego la gente se extraña de que exista el sadomasoquismo), pero eso es una historia completamente distinta. La historia que a mi me atañe ahora mismo no es de un dolor físico, mi historia es de un dolor emocional, y ese si que es un dolor jodido, por eso, me gusta coger pedacitos de ese dolor y hacerlos desaparecer en los tiestos de las ventanas o quizás detrás de las puertas. El dolor emocional duele mucho mas que el físico, es una oleada que te atrapa y te ahoga en sufrimiento, que viene sin avisar, te aprieta y no te suelta, que varía su intensidad sin darte opciones a la salida fisiológica de la acomodación, es un cabrón escurridizo que ha estudiado muy bien el cuerpo humano como para dejarse atrapar por su acomodación o la saturación de sus receptores. El dolor emocional es ese que te acecha detrás de cada esquina, ese q parece que se ha ido pero resurge de nuevo, ese que sabes que te acompañará de por vida, ese al que sabes que no vale esperar a sentirse mejor, ese que no puedes esperar el bien estar hormonal a su paso. En definitiva el dolor emocional es el cabrón que se te sube a la espalda y no te abandona jamás. Por eso amigos mios, no les pido que se coman un pedacito, solo les pido que lo tomen y lo hagan desaparecer, por que se que me estará esperando detrás de la puerta, al regar las macetas de la ventana, al recoger la arena del gato, al limpiar bajo la alfombra, por que se que vuelve, pero si vuelve en pequeñas dosis es mas tolerable. Me arrancará otra vez lágrimas desgarradas de mis ojos, me volverá a ahogar en su punzante oleada, pero al menos me queda el recuerdo de que un día sentada a una mesa ofrecí un pedacito a mis amigos y cada uno cogió el suyo.
Eso se me da mejor, tomar pedacitos de dolor de otras personas, no es necesario comérselos, es como las tartas incomibles de tu tía, no tienes q comértela, solo haz la desaparecer disimuladamente. Con este dolor mio es lo mismo, no se lo coman, no es necesario, solo escondanlo bajo la alfombra o dénselo de comer al gato, cualquier cosa que lo haga desaparecer de la fuente en que está servido.
Pues como quería decir hace rato, es duro experimentar uno de esos dolores que te atraviesa el cuerpo, que te paraliza, que incluso te deja sin aliento, un dolor físico es duro y lloras y harías cualquier cosa por que cesase, pero al fin y al cabo sabes que no puede durar para siempre. Seamos realistas, cualquiera que sepa un poco de fisiología se lo puede decir, el dolor físico no es, al fin y al cabo, más que una sucesión de impulsos nerviosos, que a la larga terminan por saturar sus receptores. Así pues, con el dolor físico solo te queda esperar a que se saturen tus receptores y sabes que te encontraras mejor, incluso mejor que antes de empezar el dolor, gracias a esas sustancias llamadas hormonas que Dios nos ha dado ( y luego la gente se extraña de que exista el sadomasoquismo), pero eso es una historia completamente distinta. La historia que a mi me atañe ahora mismo no es de un dolor físico, mi historia es de un dolor emocional, y ese si que es un dolor jodido, por eso, me gusta coger pedacitos de ese dolor y hacerlos desaparecer en los tiestos de las ventanas o quizás detrás de las puertas. El dolor emocional duele mucho mas que el físico, es una oleada que te atrapa y te ahoga en sufrimiento, que viene sin avisar, te aprieta y no te suelta, que varía su intensidad sin darte opciones a la salida fisiológica de la acomodación, es un cabrón escurridizo que ha estudiado muy bien el cuerpo humano como para dejarse atrapar por su acomodación o la saturación de sus receptores. El dolor emocional es ese que te acecha detrás de cada esquina, ese q parece que se ha ido pero resurge de nuevo, ese que sabes que te acompañará de por vida, ese al que sabes que no vale esperar a sentirse mejor, ese que no puedes esperar el bien estar hormonal a su paso. En definitiva el dolor emocional es el cabrón que se te sube a la espalda y no te abandona jamás. Por eso amigos mios, no les pido que se coman un pedacito, solo les pido que lo tomen y lo hagan desaparecer, por que se que me estará esperando detrás de la puerta, al regar las macetas de la ventana, al recoger la arena del gato, al limpiar bajo la alfombra, por que se que vuelve, pero si vuelve en pequeñas dosis es mas tolerable. Me arrancará otra vez lágrimas desgarradas de mis ojos, me volverá a ahogar en su punzante oleada, pero al menos me queda el recuerdo de que un día sentada a una mesa ofrecí un pedacito a mis amigos y cada uno cogió el suyo.
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Of livers and entrails:
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I’ve been experimenting recently one of those pains that everyone talks about but just a few know what they are talking about. Its not that I like it in anyway, but there is sometimes when sharing a pain it gets bearable, this is like the one that shares a cake, or at least I want to put it that way. So please, take each one of you your little piece of pain, I know that it doesn’t look very tempting, but I promise that in our next meeting if instead of an apple cake you offer me a portion of your pains, I will take a piece without complaining.
I do that better, take pieces of pain from another people, you don’t need to eat them, is like those inedible cakes of your aunty, you don’t have to eat it, just make it disappear in disguise. With this pain of mine is the same, do not eat it, there is no need, jus hide it under the carpet or feed it to the cat, whatever that makes it disappear from the bowl in which it is served.
Then as I meant a while ago, it is hard to experiment one of those pains that crosses your body that paralyses you, that even leaves you breathless, a physical pain is hard and you cry and you would do whatever so that it stopped, but at the end you know that it can’t last forever. Let’s be realistic, anyone that knows a bit of physiology can tell you, the physical pain, is nothing more than a succession of nervous impulses, that in the long run they end up by saturate their receptors. Therefore, with the physical pain you can only wait to your receptors to saturate and you know that you will feel better, even better than before the pain started, thanks to those substances called hormones that God gave to us (and then people are surprised that the sadomasochism exists), but that is a completely different story. The story that concerns me right now is not about a physical pain, my story is about an emotional pain, and that is a fucking pain, that’s why I like to have little pieces of that pain and make them disappear in the plant pots on the windows or maybe behind the doors. The emotional pain hurts a lot more than the physical, is a big wave that grabs you and drowns you in suffering, that comes without notice, it tightens to you and doesn’t let go, that vary its intensity without an option to the physiological exit of the accommodation, it is a slippery bastard that has well studied the human body like letting it self catch by its accommodation or the saturation of the receptors. The emotional pain is that one that watches behind each corner, that one that seems gone but resurges again, that one that you know that will keep you company for the rest of your life, that one that you know that’s not worth it wait to feel better, that one that you cant wait for the hormonal wellbeing when its gone. At the end the emotional pain is the bastard that crows to your back and wont let go ever. That’s why, my friends, I am not asking you to eat a little piece, I am just asking you to take it and make it disappear, cause I know that it will be waiting for me behind the door, when watering the plants in the window, when clearing the cats litter tray, when cleaning under the carpet, cause I know that it comes back, but if it comes back in small doses is more bearable. It would take torn tears to me, it would drown me in its sharp big wave, but at least I have left the memory that one day, sitting on a table I offered a little piece to my friends and each one took theirs.
I do that better, take pieces of pain from another people, you don’t need to eat them, is like those inedible cakes of your aunty, you don’t have to eat it, just make it disappear in disguise. With this pain of mine is the same, do not eat it, there is no need, jus hide it under the carpet or feed it to the cat, whatever that makes it disappear from the bowl in which it is served.
Then as I meant a while ago, it is hard to experiment one of those pains that crosses your body that paralyses you, that even leaves you breathless, a physical pain is hard and you cry and you would do whatever so that it stopped, but at the end you know that it can’t last forever. Let’s be realistic, anyone that knows a bit of physiology can tell you, the physical pain, is nothing more than a succession of nervous impulses, that in the long run they end up by saturate their receptors. Therefore, with the physical pain you can only wait to your receptors to saturate and you know that you will feel better, even better than before the pain started, thanks to those substances called hormones that God gave to us (and then people are surprised that the sadomasochism exists), but that is a completely different story. The story that concerns me right now is not about a physical pain, my story is about an emotional pain, and that is a fucking pain, that’s why I like to have little pieces of that pain and make them disappear in the plant pots on the windows or maybe behind the doors. The emotional pain hurts a lot more than the physical, is a big wave that grabs you and drowns you in suffering, that comes without notice, it tightens to you and doesn’t let go, that vary its intensity without an option to the physiological exit of the accommodation, it is a slippery bastard that has well studied the human body like letting it self catch by its accommodation or the saturation of the receptors. The emotional pain is that one that watches behind each corner, that one that seems gone but resurges again, that one that you know that will keep you company for the rest of your life, that one that you know that’s not worth it wait to feel better, that one that you cant wait for the hormonal wellbeing when its gone. At the end the emotional pain is the bastard that crows to your back and wont let go ever. That’s why, my friends, I am not asking you to eat a little piece, I am just asking you to take it and make it disappear, cause I know that it will be waiting for me behind the door, when watering the plants in the window, when clearing the cats litter tray, when cleaning under the carpet, cause I know that it comes back, but if it comes back in small doses is more bearable. It would take torn tears to me, it would drown me in its sharp big wave, but at least I have left the memory that one day, sitting on a table I offered a little piece to my friends and each one took theirs.
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